lunes, 17 de mayo de 2010
"1811" en Francia: Exposiciones y fantasmas en la ciudad luz
Ya volví. Gran experiencia en el reciente viaje, invitado por la Embajada de la República del Paraguay en Francia, en el marco de los festejos por el aniversario de la independencia patria. Realizamos varias actividades. La principal, para Robin Wood y para mí, consistió en la exposición de los dibujos del álbum, el viernes 14 y el sábado 15 de mayo, con gran impacto y cantidad de asistentes, diplomáticos, invitados especiales y la comunidad paraguaya en el país. La celebración incluyó la presentación de otros artistas nacionales, con la voz, guitarra y arpa de Juan Carlos Oviedo y los hermanos Acuña, rindiendo tributo a Emilianore y los grandes compositores de la música popular paraguaya, y la danza paraguaya, con el Ballet Mimbipa.
En forma previa, el miércoles 12 visitamos la ciudad de Angoulême, donde contactamos con uno de los directores de "La Cité...", Jean-Philippe Martin, para una posible exposición de "1811" en esa ciudad de la Bande Desiné, donde hasta las casas y edificios ostentan orgullosas gigantescos cuadros de historietas. Allí se realiza la mayor expo anual de Francia, quizá de Europa; además de contar con una gran estructura fija, que incluye varios edificios, donde trabajan 67 funcionarios del gobierno francés, organizando archivos, exposiciones, museos, bibliotecas, slas de documentación y estudios, becas para autores de todo el mundo que vienen a desarrollar su obra en el lugar, etc. Un gran lugar, para abrir un nuevo espacio a la historieta paraguaya.
Esta y otras gestiones corrieron a cargo de Julio Duarte van Humbeck, Encargado de Negocios y principal funcionario, teniendo en cuenta que en esa Embajada no hay Embajador. A él quisiera agradecerle su original iniciativa y su constante predisposición para que todo saliera lo mejor posible.
¿Hay fantasmas en la Embajada?
Supongo que para ahorrar gastos, algunos invitados dormimos en las habitaciones que la Embajada de la República del Paraguay en Francia tiene preparadas al efecto. Fue mi caso durante tres noches. La Embajada está en un sitio bello e histórico, grande y muy, muy solitario a la noche. Quizá fue por eso que escuché pasos, voces humanas (quejidos y carraspeos) y otros ruidos y sonidos muy raros. Como no creo en los fantasmas, debo adjudicar esto a mi imaginación o al vino tinto, aunque que los escuché, los escuché.
Para ver más imágenes de la muestra en París, de la ciudad y del viaje a Angoulême, te sugiero ir a mi perfil en Facebook y ver el álbum de fotos de "1811" en Francia:
http://www.facebook.com/robertogoiriz
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